lunes, 18 de abril de 2011

Secretos, secretos, secretos…

Secretos que se convierten en misterio; cuando en medio de la soledad, sumergido en la oscuridad más profunda la única luz es tu recuerdo.

Cuando nadie me ve, cuando nadie me escucha, cuando creo estas tan lejos, cuando siento haber olvidado tu nombre, mis pensamientos recorren mi cuerpo, alguien guía mis manos y mi centro empieza a vivir de nuevo, mi sangre poco a poco se desliza mas a prisa por los yacimientos naturales de mi cuerpo, impulsada por el deseo imaginario de mis sueños.

Es tan real, es tan humano y salvaje, tan sublime y efímero, es todo y nada, lo siento, mi cuerpo tiembla a solas y mi respiración galopa empapada de ti.

Estas tan distante, tan inexistente que no se si estás vivo o muerto; pero el misterio de dos almas unidas a pesar de los mares y de los cielos en medio; el viento me deja saber de ti y al mirar una pequeña señal roja sobre el sobre tu nombre me regala la vida y el imaginario placer de un par de horas antes se convierte en realidad, al saberte vivo mas allá de mis recuerdos.

Siempre Anyhec

Barinas, 18 de abril.


No hay comentarios:

Publicar un comentario