Y lo logre, no sé,
si te olvide o simplemente me acostumbre a vivir sin tus líneas, sin tus
analices y bellas apreciaciones de un cuento pasado que quiso avivar el fuego
de lo no vivido en este presente, que afortunadamente ya se ha convertido en
pasado nueva mente y me regalo el dulce sabor de un amor distante, de película,
pero desbordado en la hiel de los mares no cruzados y los miedos despiertos al
encuentro con lo idealizado, pero ya paso mi Ángel, el rió ya fluye con agua
clara, con el sentimiento sereno y la ilusión de que siempre es perfecto cada acontecimiento,
sin la duda del sí “hubiera” y la certeza de que fue lo mejor… Gracias amor por
la historia vivida, por las páginas escritas y el regalo de tu corta, pero
divina presencia en mi vida.
Espero que tu pecho
siempre se agite y tus pies se pongan frió ante la mujer que tengas al frente,
para que sepas que todo vale la pena si aprendemos de lo vivido.
Ahora si me
despido, ahora si pongo un punto final con una sonrisa en mis labios, sin
lagrimas que denoten tristeza y con el gozo de mi pecho agitado y mis pies frió en los brazos de un amor ahora si vivido.
Anyhec.
Barinas 16 de marzo
de 2013